viernes, 26 de noviembre de 2010

Ex ‘Presi’ Uribe: Calladito se ve más bonito, papito…

Cuando uno era chiquito y le hacía notar a su tía los kilos demás que tenía, la mamá pegaba un salto acrobático, agarraba el brazo con fuerza y lo retiraba a uno del alcance de su hermana justo antes de recibir una buena cachetada, por la inocente imprudencia… Lejos de la reunión familiar, con tono firme y varias palmaditas en la cara decía “…mijo, calladito se ve más bonito…” y volvía a la reunión para soportar la cantaleta de la tía que tanto sufría por su peso.

Creo firmemente que al Ex presidente Uribe le falta que alguien le de esas benditas palmaditas en la cara (cual capo italiano) y le haga ver que básicamente si no cierra la boquita o calma los dedos frente al computador va terminar investigado por Baltasar Garzón en cualquier Corte Penal Internacional.

Todos sabían que, tan pronto fuera 8 de agosto y el omnipotente arriero volviera a ser un pobre parroquiano común, sin poder de decisión, sin alabanzas extremas, sin un sequito de lambones a las espaldas y sobre todo sin todo un país puesto en sus carnitas y sus huesitos, éste iba a estallar; lo que no se sabía era cuándo.

El prefijo Ex no le cuadra mucho a Uribe. Parece como esas parejas que se resisten a entender que la relación ya se acabó y siguen llamando la atención. La forma que encontró el Ex gamonal fue irse lanza en ristre contra la Justicia en Colombia y generando controversia, polarización e intolerancia (como si no hubiera suficiente ya) que termina afectando al país que dice defendió con honor y compromiso (cosa que es cierta).

Este paisa ve como el país empieza a mirar para otro lado y le provoca morderse un codo. El nuevo Santo presidencial ha empezado una gestión llena de buenos proyectos, pero ningún resultado concreto y visible, eso sí, se zampó un discurso de una hora diciendo lo que ha hecho en 100 días, que la verdad es poco, pero le sonó bonito. Tras ese buen inicio dialéctico el nivel de popularidad del actual presidente llegó al 73 por ciento, nivel más alto de aceptación que el de su predecesor y eso fue como haberle mentado la santa madre al patriarca.

Convenientemente arrancó una campaña de medios para aparecer hasta en el Boletín del Consumidor (por poco sale amenazado por convivencia). En la últimas semanas lo único que le roba el centro de atención al arriero ex presidencial es la forma apocalíptica de llover, pero Álvaro (hay cogerle confianza) se roba la atención, sabe que todo lo que dice -o escribe en Twitter- tiene una repercusión telúrica en el país.

Básicamente defendió a sus protegidos y tácitamente les dijo que mejor empacaran los ‘coróticos’ que esto esta vuelta se complicó. Defendió el asilo de bellos personajes de fauna política del país y aseguró que en Colombia no hay garantías para su juicio y ahí fue Troya.

Al pobre Santos le tocó salir a decir con voz temblorosa y más asustado que novia con retraso que “…en este país lo que hay son garantías, que tranquilos…”. Y si, contradijo al gran maestro, al héroe, al Godfather. Era otra de las cosas que se sabían, ambos iban a chocar y duro, lo que no se sabe bien, de nuevo, es cuándo.

Uribe esta borrando con el codo el trabajo que hizo durante ocho largos años. Aunque es un lugar común, no deja de ser verdad. Así muchos primero se dejen depilar con cortaúñas antes de reconocerle un logro del ‘Ex Presi’ hay que decir que el señor trabajó y liberó al país de unos narcoterroristas que hacían lo que querían, además regresó la confianza inversionista a Colombia, es no se puede negar.

Claro, cometió errores, unos muy graves y hasta punibles (traducción: que lo pueden echar a la cárcel), pero para eso tendrá que pasar mucha agua por el puente y, a decir verdad, no creo que eso pase o que el pueblo raso lo permita. Pero con esas salidas pendencieras, fuera de tono y a veces inexplicables, nuestro Mesías Paisa se está buscando problemas tontos y sin sentido.

Todos entendemos que es un madrugador, con espíritu de capataz de finca y necesita estar haciendo algo y que requiere ser el centro de atención, pero con sus salidas en falso demuestra que no acepta dejar de ser el número 1, Él que contrata, Él que firma, Él que todo lo puede, Él que da puestos, mejor dicho todo… No hay resignación, mucho menos entendimiento, es Él no puede ser el 2.

El caso es que el ‘Ex Presi’ se está volviendo una molestia para el país. Como sus opiniones lo único que hacen es polarizar, cada vez que habla unos se cortan las venas para atacarlo, otros prenden las antorchas para defenderlo y en la mitad los pobres paganos son los que quieren que esta patria boba medio avance, mientras que el ego de este ilustre personaje detenga las locomotoras de desarrollo, que bien lento que si van.

Aunque mí conocimiento político es bien pobre (como en casi todo) tengo entendido que el trabajo de los Ex presidentes es robar al Estado, ganar un sueldo vitalicio y aparecer en cuanto cóctel se inventen. Pero a juzgar por los hechos ese no es el futuro para nuestro ‘Ex Presi’. Él es como los niños pequeños cuando llega a la familia un bebé; se siente amenazado y quiere la atención absoluta de mamá (los colombianos)….

El problema es que Uribe se está pareciendo a los pollitos paso cagadita, paso cagadita y va camino a un juicio tonto. Creo que a este magno hombre lo debería juzgar la historia y no una Corte Suprema llena de politiquería y ganas de figurar. Por eso ‘Ex Presi’ Uribe recuerde: Calladito se ve más bonito, papito…

viernes, 29 de octubre de 2010

La carta del convicto y el jabón

Al palpar la carta se puede sentir la fuerza con la que la escribió, me imagino su puño rojo, con las venas de la mano brotadas. Sus palabras son elocuentes y la vez desgarradoras, se esfuerza por no magnificar la miseria en la que esta, pero el papel no le permite disimular, no hay duda, vive un fuerte castigo.

Firma con su nombre completo, pero no se puede decir quién es. La envía desde una cárcel de máxima seguridad, pero no se puede decir desde cuál. Cometió un crimen que acepta con deshonra, pero con gallardía. Y hace una solicitud que sorprende, pero que a la vez lástima.

En medio del trabajo diario llegó. En el sobre se ve el sello de remisión de la cárcel. Sin siquiera abrirla ya se sienten las letras como si fuera un braile. Inicia con un caluroso saludo de rigor que demuestra que el escrito fue pensado y ‘recontrapensado’, -de todas maneras en una cárcel ¿qué más se puede hacer si no es pensar?- Mencionaba a Dios sin censura alguna, lo nombraba con buenos deseos para el posible lector. Una muestra de fe es que haya llegado a algún destinatario.

Después pasó a contar su pecado (sin entrar en mayor detalle). Simplemente reconoció que en algún momento de su vida se había equivocado y tiene que cumplir una condena de 30 años. Ya ha pagado 7. Insistió que la vida cobra los errores y que él acataba con dolor esa máxima. Esa circunstancia de su vida (como llama a su crimen) no debió ser algo simple. En un país donde la justicia es un canto a la bandera ser condenado a 30 años es un castigo descomunal.

Sin mediar regla de redacción alguna (tediosas de por si je) se dispuso a solicitar. Como venía el texto era de suponer que pediría una ayuda económica o colaboración para su familia. Sus palabras empuñadas se notaban desesperadas, escritas sin prisa, pero sin pausa, con tinta negra, detalle no menor, si se tiene en cuenta que esto denota seriedad, su caligrafía es buena, la ortografía para el olvido (pero no soy quién para hablar de ese tema particular)...

Aún me cuesta creer la solicitud de este convicto. Me sorprendió. Pudo pedir desde un abogado hasta un complejo turístico ¡qué sé yo! Pero lejos de eso. Solicitó algo tan cotidiano, tan común, tan necesario… Cuando las letras llegaron a su solicitud, en mi cabeza retumbaron estas sentencias “Carajo este ‘man’ pide un jabón y toalla ¿qué mierda le está pensando?…”

Al continuar la lectura en busca de un argumento, por mínimo que fuera, que dijera por qué. Simplemente, el convicto, dejó una lacónica frase, que por más que se lee y relee no tiene lógica alguna, o por lo menos no para el suscrito.

“…es que no tengo a nadie…”. Fue simple y certero. Fue frío. Sólo necesitó 6 palabras para que entendiera que la vida cobra los errores, no sólo con encierro, también con la más profunda soledad.

Que duro debe ser. Pensar que atraviesa la más dura prueba y sólo lo acompaña una hoja cuadriculada y un bolígrafo, que le sirve para pedir un jabón y una toalla a cambio de una posible bendición del Todo Poderoso.

lunes, 13 de septiembre de 2010

La ‘miserable’ época del Black Berry

Con una sonrisa, antecedida de un trago de cerveza, se dispuso (como pocas veces) a contar un chiste. “¿Ahora cómo se reconoce a un pobre?.. Fácil, porque tiene la cabeza erguida, por no tener Black Berry”. Risas… Y si, fue un chascarrillo exitoso, porque cumplió la máxima de retratar una realidad cruda, cierta y palpable con humor.

Ella, excelente persona por demás, descubrió hace poco ese ya no tan novedoso aparato que mantiene conectados a todos con todos en cualquier momento, hora y lugar. Tan conectados que a toda hora se habla con alguien. Tan extremo es esto (de la conectividad) que ahora se conoce como una moda anticuada mirar a los ojos de alguien mientras se sostiene una conversación, hay que resignarse a la frase “espera un momento que me están hablando”…

“ X pregunta: ¿Cómo va tú cita?, Y responde: Mal, este ‘man’ es más aburrido que ver los gordos de Marbelle”. Así, en cuestión de segundos un amigo (a) ‘sin vida’ (ya ahondaremos al respecto) conoce cómo su amiga pierde tiempo en otra cita amorosa inoficiosa. Y lo peor ¡delante del pobre infeliz que va a pagar toda la cuenta de la salidita!

Ni el horario impide la absurda conectividad. En plena rumba de viernes, cerca a las 2 de la madrugada ella se quejaba de la música, el sitio y la compañía, de todo. Sus dedos se movían en extrema velocidad, su cabeza gacha demostraba que nada de lo que pasaba a su alrededor le importaba. Él, mientras tanto, acostado viendo al techo (imagino) disfrutando de las quejas de ella sobre su ‘famosa’ rumba y sus letárgicos amigos.

De verdad que alguien si tiene que tener muy poca vida para estar preguntando a las 2 de la madrugada “¿Cómo va tu rumba?” Qué triste debe ser para alguien tener que comentar en una red social o en teléfono cómo otros disfrutan de la vida, salen o simplemente se interrelacionan. Puede ser que sea la única forma de interrelacionarse que este ‘sin vida’ encontró y le agradece a la vida que algún chino se haya inventado esto del Black Berry.

Qué ‘miserable’ es esta época, todos saben todo, y no porque quieran saberlo, simplemente porque todos cuentan todo, nada queda a la imaginación, es que ni siquiera queda para una conversación, porque apenas se intenta sucumbe ante la vibración del BB cuando algún ‘sin vida’ quiere saber “¿con quién estas?”…

Eso sin contar aquellos que tienen acceso a las redes sociales desde su ‘telefonito’. A esos que saben todo y de todos, creo que deben tener un problema en el cuello porque las veces que tiene erguida la cabeza es para escribir en la pantalla del computador.

Las redes sociales una de las grandes expresiones de libertad personal

Es cierto, con la llegada de las nuevas tecnologías (comunidades 2.0, tecnologías móviles) las formas de comunicación y expresión cambiaron radicalmente. Hoy sin que veas a alguien sabes qué hace, dónde vive, qué problemas tiene, a qué horas come, hasta a qué horas va al baño, todo.

Pero eso se conoce si y sólo si (homenaje a Rodolfo Bello) alguien cuenta cuanto detalle pasa en su vida. Las redes sociales llámense como se llamen son un culto a la libertad de expresión. Cuentas lo que otro quiere saber; escondes, eliminas o simplemente ignoras aquello que poco interesa. Es más en muchos casos se adquiere una personalidad completamente diferente, casi siempre mejorada, de lo que se es en la cruda realidad de la calle y el cara a cara.

Todos, sin excepción alguna, de los que participan en la redes sociales de una forma u otra buscan atención, ser reconocidos por alguien, que alguien se ría de algún comentario, que lo aprueben o simplemente que le den una palmadita en la espalda. Esto lo llaman los expertos interrelacionarse. Es algo común, todos lo hacemos todos los días, es más de eso vivimos.

Claro, en medio de tanta libertad no faltan aquellos que viven y mueren de sus relaciones virtuales, aquellos que cuentan todo y todo. Lo que les pasa, lo que piensan, cuando tienen novio (a), cuando no, qué comieron, de qué equipo son hinchas… todo. Son esos conocidos como ‘sin vida’. Eso sí, ellos son libres de hacerlo y nosotros libres de eliminarlos.

Hay una frase que hace carrera en la web (no sé de quién es) “Nadie es tan feo como en su cédula, tan bonito como en su Facebook, o tan divertido como en su Twitter, ni tan bueno como en su Hoja de Vida". Por ejemplo esta entrada de blog es, sin duda, una forma ‘miserable’ de aprovecharse de esta época.

Cuánta razón tiene mi amiga: los ‘pobres’ siguen con la cabeza erguida, mirando a los ojos, interrelacionándose a la antigua, y quejándose de sus citas en la comodidad de su casa. Al final de cuentas todos somos libres de relacionarnos como se nos dé la gana, así sea de forma ‘miserable’…

viernes, 6 de agosto de 2010

El legado de Uribe fue El Extremismo

O se idolatra o se sataniza. Ningún punto medio. Para unos todo es, fue y será excelente. Para otros todo es, fue y será criminal. Los que lo veían como el Mesías eran Paramilitares. Los que lo veían como la reencarnación de Belcebú eran Guerrilleros. Esa polarización fue el verdadero legado de Álvaro Uribe Vélez (el arriero presidencial).

Él nunca fue de medias tintas durante su mandato. Cazó peleas al por mayor y detal, en lo posible fue sincero. Como pocos mandatarios tuvo logros. Y como pocos mandatarios tuvo tan crasos errores. En estos 8 años nunca conoció el equilibrio: A sus amores los consintió con prebendas y puestos. A sus odios, los persiguió y los puso en el ojo del huracán. Así de simple.

Pocos (muy pocos) fueron justos con las carnitas y los huesitos de Uribe. Sus seguidores nunca vieron pecado, lo pusieron en un pedestal intocable. Ante sus errores creaban cortinas de humo, buscaban responsables, desviaban la información, chuzaban (y no precisamente con inyecciones). Todo para que él siempre saliera inmaculado.

Mientras que sus detractores nunca vieron algún logro en su gestión. Todo fue malo. Los Consejos Comunales eran baños de popularidad. Sus logros contra la guerrilla fueron paños de agua tibia. Su proceso de reinserción con paras fue el circo de la impunidad. La real inversión extranjera eran mentiras paliativas. Sus políticas de vivienda fueron mínimas. Mejor dicho todo mal, todo hasta la forma de sonreír.

Que injustos fueron con Uribe. Pocos tuvieron la sapiencia de no meterse en ese maremágnum de defenderlo o atacarlo a ultranza. Con Uribe fue sencillo: el que no estaba con él, estaba contra él. Polarizó al país. Sin ser extremos recordó la época pre Frente Nacional, sólo que esta vez fue una especie de guerra fría, que no paso de los improperios de parte y parte.

Cabe resaltar que aquellos que estaban en contra eran la inmensa minoría. Así lo ratificaron las cifras durante los dos Mundiales de mandato. Ellos, (los opositores) sintieron que eran los únicos que veían claramente la realidad del país. Veían a los seguidores del ‘arriero’ como una turba embelesada por una deidad. Una caterva de ignorantes que se dejaba manipular por los dichos paisas y el manejo gamonal.

Esa minoría se representaba a las claras por columnistas que regaron litros y litros de tinta atacando por todo y por todo a Uribe. En muchos casos sus denuncias y aseveraciones eran verdades de peso y comprobadas. Pero siempre manejaron un línea editorial errada, que trató a los colombianos ‘uribistas’ como pobres, brutos, subdesarrollados y despectivamente los llamaron ‘Uribestias’.

Y es que ver a personas de altas calidades como: María Jimena Duzán, Daniel Samper (padre e hijo), Claudia López, Vladdo (en nombre de él casi todos los caricaturistas), Felipe Zuleta, Ricardo Silva, Daniel Coronell, por nombrar algunos, empecinados en mostrar la otra Colombia fue un golpe editorial para muchos lectores. Simplemente porque ellos siempre menospreciaron al colombiano promedio. Sin decirlo, pero susurrándolo dejaron entender que los ‘Uribistas’ vivían de la maldad del arriero. Pego una reflexión del señor Mario Fernando Pardo que resume tanta tinta desperdiciada “El antiuribismo editorial llegó a tal punto que sus autores perdieron no solo la objetividad sino además su lecturabilidad”.

Ni fue Dios, ni fue el diablo. Nadie le podrá negar sus logros. Será parte activa de la historia de este país. Creo, fue el único político en la historia colombiana que cumplió su promesa de campaña. Detuvo a las farc y eso le basto. Tampoco nadie le podrá negar sus errores: La pésima (por decir lo menos) gestión social y los monstruosos falsos positivos, sus dos lunares más oscuros.

El legado real que deja Álvaro Uribe fue El Extremismo político. Pocos entendieron que Uribe es, fue y será un humano: Que cometió grandes errores, pero que tuvo grandes logros. Así ninguno de los dos extremos de este barranco que es Colombia lo quieran aceptar…

miércoles, 14 de julio de 2010

Ingrid Betancourt no merece tanto odio e intolerancia

Lo reconozco, apenas escuché la noticia de la famosa demanda de Ingrid Betancourt contra el Estado también se me salió un completo ‘madrazo’ contra ella. Pero ya con un poco más de calma y análisis (lo poquito que mi intelecto permite) creo que esta señora no debió ser acreedora a tantos insultos y difamaciones.

Hay que reconocer que para humillar a alguien los colombianos somos expertos. Usted lo ha hecho en cualquier reunión de amigos montándosela al que más papaya haya dado en la noche. Pues algo similar le pasó a la señora Betancourt dio papaya, para que todo el mundo le cobrará una vieja deuda que tenía con esta aristocrática mujer.

Muchos (me incluyo) muy en el fondo pensábamos que la suerte de muchos secuestrados era culpa de Ingrid Betancourt, sencillamente porque era la joya de la corana, esa joya que le daba poder y terreno a los narcoterroristas. Pero estos pensamientos casi pecaminosos se disolvían rápidamente tan sólo con aquella imagen de supervivencia, donde esta señora parecía un espíritu sin vida, que retrataba sin piedad la crueldad del secuestro.

El hecho que haya demandado al Estado por una cifra tan exuberante (15 mil millones de pesos) fue el detonante para que le cayeran como si fuera Maradona celebrando una victoria argentina en la Plaza de Bolívar. Tengo que ser honesto en algo. Sé que los colombianos somos intolerantes, pero con este episodio pusimos un estándar muy alto. Creo que muchas reacciones, afirmaciones, invenciones fueron exageradas, casi xenofóbicas.

La señora Betancourt puede defenderse por sí misma, no requiere defensores de oficio, ni más faltaba. Pero la verdad nos debemos quedar pasmados cuando miles de ‘lindos’ colombianos desearon fervientemente que esta mujer volviera a la selva. Muchos lo hicieron como una broma, otros como una reacción incendiaria, otros (la mayoría) por pura ignorancia. Pero sería decente preguntarse ¿alguien realmente dimensiona lo que es estar SECUESTRADO durante 6 años? Eso es como la muerte: muchos escuchan sobre ella, pero nadie sabe de verdad cómo es.

Creo que la señora Betancourt calculó mal. Nunca pensó que tras su demanda llegará esta reacción tan enérgica y voluntariosa por parte de millones de personas. Es más, creo que ella pensó que se iban a solidarizar. Grave equivocación. ¿Cómo solidarizarse si muy pocos saben de ese calvario? ¿cómo entenderla si todos tenemos claro que ella misma propició su secuestro? ¿cómo acompañarla si las historias de la selva la retratan más mala que la bruja de Blancanieves? Sin embargo ¿con qué derecho la juzgamos si ella sobrevivió a un castigo casi insoportable?

Muy a mi pesar, tengo que estar de acuerdo con la mamá de la mamertas, doña Claudia López, quien expresaba algo muy justo. Si Ingrid demanda, y no tiene la razón, pues simple, que una Corte lo juzgue y lo rechace, así de simple.

Los secuestrados y sus familias se convierten en ciudadanos especiales. Porque ellos son y siempre serán las victimas más sufridas de una guerra civil como la que vive este país. Ellos, pasaron por un calvario único y extremo, que no tiene comparaciones. ¿Alguien sabe, cómo se puede cuantificar el hecho de dormir a la intemperie, con un fusil en el rostro, sin su familia, cara a cara a la muerte todos los días, sin esperanzas, durante años y años?

Es innegable que esta señora metió las de caminar. Sería un acto de estupidez defenderla, sin contar que mató su vida política para siempre. Pero, realmente el hecho que a ella se haya equivocado ¿es razón suficiente para desearle que vuelva a la selva?

En un país donde padres violan y matan hijos, donde mueren personas por una mala frenada de buseta, donde hay muertos por un partido de fútbol… pues esta es otra demostración del nivel de bajeza y violencia en la que se vive en Colombia. Tanta intolerancia y odio asombra y asusta.

sábado, 12 de junio de 2010

Segunda vuelta: la competencia entre malo y perverso. Porque peor es posible

Muchas conclusiones dejaron los resultados de la primera elección presidencial. Primero saber que los que votan en Colombia son y serán siempre los mismos, con maquinaría o sin ella. Santos ganó simplemente porque es la mejor representación de los colombianos. Mockus es como los pollitos, paso, cagadita, paso, cagadita. Y por último, las encuestas que tienen más poder que las propuestas.

En una segunda vuelta sin emociones porque todo el mundo ya sabe quién va a ganar, poco hay para destacar. Los verdes han hecho dos cosas en estas semanas. 1 Quejarse y llorar como una cajita de pollos, debido a la sospecha que robo de votos y fraude electoral, a sabiendas que en este bello país, robar votos es algo tan común como ver haciendo estupideces al sátrapa que dirige la selección de fútbol de este país. ¿Qué esperaban, que no hiciéramos lo que mejor hacemos? Trampa. Sé que son primiparos en esto de las elecciones y maquinarias, pero no es excusa para la estupidez.

2 Siguen equivocándose al menospreciar a todo aquel que cometió (y cometerá) la osadía de no haber votado por el candidato. Afirman sin piedad que, aquel que no vote por Mockus es bruto, ignorante, que bota el voto y destruye la poca esperanza que le queda a este país. Olvidan que en este país somos más los bruticos, y que aquellos que votan poco le jalan a las mal ponderadas redes sociales.
Por su parte el candidato/perdedor Antanas Mockus decidió jugarse la carta de político antiguo, buscando confrontaciones, atacando al rival y mostrando mensajes más contundentes, a ver si captura los votos de los que se quedan en la casa durmiendo el guyabo. Algo tarde para eso, debió hacer esto cuando su campaña estaba en la cresta de la ola, cuando las famosas encuestas lo apoyaban, ahora solo son pataleos de niño que no quiere al jardín. La única esperanza de este culebrero (porque solo sus seguidores lo entienden) es que ya las encuestas dan como ganador a Santos; y ya sabemos lo precisas que son nuestras encuestadoras.

Lo más preocupante del caso es que, la oposición de este país va caer en manos del Partido Verde que sigue creyendo la falacia inocente que el cambio viene de la mano de la educación (premisa que es cierta en cualquier parte, menos en Colombia) y los del Polo, que son y serán eternos perdedores. Complicado panorama, más cuando lo que se va a necesitar es una completa fiscalización de todas las picardías que realizará el bueno de Santos en sus ocho años de reinado.

Bueno, y hablar del candidato/presidente/pícaro Santos es como hablar del malo de la película, con la diferencia que esta vez si gana. A este señor se le puede achacar cuanta cosa corrupta, violenta, politiquera, deshonesta, y se quedaría corta. Sin mencionar que es la representación caminante de la oligarquía de este país. Esa que no le da pena sentir asco por los pobres, esa que considera a los menos afortunados como extranjeros. Será tal la decidía de este candidato que ni en campaña se le vio dándole un beso al bebé de un pobre. ¿Qué se le puede pedir a alguien que tenga una esposa que se hace llamar ‘Tutina’?

Podríamos hablar pestes días (hasta meses) enteros del próximo presidente, pero para eso están los Danieles Samper, las María Jimenas, que parecen como loquitos en el desierto hablando solos. Nada se quedaría corto o sin verdad, el problema es que este señor ya ganó y lo que se ve en el horizonte es malo –por decir lo menos-.
Corrupción en su mayor proporción, ricos recontra ricos, pobres recontra violentos, Chávez expectante y eso sí, un buen periódico…

Muchos jóvenes de la ya aburrida ola verde, se preguntaban por qué los colombianos siempre eligen al peor, por qué entre más los joden, más sonríen. Mi teoría es simple. La genética, no olvidemos que somos descendencia de esclavos, nos gusta servirles gentilmente a los mismos, por siempre y para siempre. Es la única explicación, que le veo, porque si no es así, queda el masoquismo, pero ya es muy extremo.

Para hacerle caso a un amigo ( recomiendo su blog) que me sugirió entradas más cortas. Habrá que concluir que la elección del 20 de junio es una simple competencia entre un incapaz como Mockus y un personaje oscuro y corrupto como Santos. Una elección que hace rato tiene ganador y hace rato determinó millones de perdedores: los colombianos.

Nota: Como Liberal declaro mi vergüenza por las ratas que se adhirieron a Santos, por un puestico. Fueron ocho años opositores y ahora son más uribistas/arribistas que José Obdulio. Una demostración más de la calidad de los políticos colombianos. Ratas.

jueves, 20 de mayo de 2010

Lo único que salva está campaña electoral es: buen tamal y buena lechona

Aunque son de familias rimbombantes, tienen grandes apellidos, han trabajado todo su vida robando y aprovechándose de alguna manera del Estado, tienen títulos en prestigiosas universidades del mundo, mejor dicho son más preparados que un discurso de Pacho Maturana después de una derrota; los actuales candidatos a la presidencia de este país se les ve por las calles de Colombia haciendo… no digamos el ridículo, porque suena ofensivo, digámosle: sacrificios de inteligencia por un voto.

A alguien le escuché una frase de antología, “por más candidatos que sean, al final de cuentas siguen siendo colombianos”. Nada más cierto. Las demostraciones que hacen en las plazas públicas, en los foros, en las reuniones de compra y venta de votos, cocteles, en los debates etc, se pueden definir como gotas de humor que alegran la vida de este pobre país. Por eso debemos aprovechar esta época electoral, porque los candidatos son como las novias: hoy te hacen reír y mañana te tienen el poder (matrimonio/presidencia) y son sólo cantaletas y lágrimas. Por eso debemos ver con añoranza esta época electoral, porque para ver tanto humor reunido toca esperar que Juan Ma. Santos contrate a Juan Tamariz.

Y es que ver a Noemí Sanín riéndose como reina de belleza (aunque ella ya perdió su atributo, quién sabe en qué embajada) riéndose nerviosamente porque se siente corchada por casi todas las preguntas que se le hacen. O a Santos bailando mápale con un par de morenas despampanantes en el Choco. O Mockus saltando y gritando diciendo que “el que no salta es politiquero”. O a Vargas Lleras energúmeno porque no lo dejan hablar. Son eventos bonitos, mejor dicho, son cosas que el dinero no puede pagar, para todo lo demás… Al final de cuentas estos vigorosos patriotas demuestran a las claras que, por más que usan bonitos vestidos terminan reflejando lo qué es ser colombiano. Qué más podemos pedir de un país que le hace novela a Marbelle (ojala se escriba así)

Eso sí, hay que diferenciar, los candidatos de las campañas, aunque ambos factores se complementan, de forma negativa, pero se complementan. Las dos campañas más sobresalientes la de Mockus y la de Santos cometen crasos errores, todo con el fin de llegar al punto vital de esta campaña, las encuestas, que al final son el punto determinante, pero de eso hablaremos más adelante.

Empecemos con la campaña del Santo del periódico: En medio de las picardías, reversasos y las nuevas imágenes, la campaña de Santos ha dejado escapar una tortuga. La única labor que necesitaba era no alejarse de la sombra del arriero presidencial, sólo necesitaba atraer al mismo 60 por ciento que siempre apoyó al mesías paisa. No era más. Pero se enredó ante el avance de la ‘baldao’ verde. No supo cómo responder a una campaña masiva, iniciada en internet y apoyada por una visión de política honesta, que es lo que encarna la campaña de los girasoles (que no necesariamente lo hace el candidato como tal).

Cabe resaltar que la campaña Santos U, tiene un error que les puede costar la elección. Esta contienda se está encaminando hacia la búsqueda de personas que estén desligadas (o por lo menos eso parezca) de la politiquería, la corrupción y esas trampillas que caracterizan a todo político colombiano. Y la campaña sólo: le ofrece puestos a lo que se mueva, usa la voz de un imitador para simular la del presidente (que picardía). Y para rematar acepta su derrota como campaña al cambiar todo días antes de la elección. Todo mal, repito dejaron escapar una tortuga.

Pero la campaña de Mockus no tiene mucho de qué sentirse orgullosa. Logró tener un impacto importante con su incursión viral en toda la Web 2.0, toda una innovación en Colombia (fue patentada por Obama) y se posicionó en las encuestas. Comete el flagrante error de pensar que las personas que no están de acuerdo con sus postulados, son brutos, o van o botar el voto a la basura, o que quieren que país se caiga. En otras palabras, en vez de buscar puntos de acuerdo con los poco Mockusianos los alejaron, dejando una espora de lo ignorantes que somos. Y como en estas tierritas somos más los bruticos.

No logró consolidar esa percepción de transparencia que irradió el Partido Verde, en las pasadas elecciones y para rematar, nunca logró hacerle entender a su candidato algo muy simple, para un político (por muy malo que sea) hacerse entender, rápido y por todos. Para ellos fue una tarea imposible. Mockus que se hace entender más hablando en lituano, solo le dio por meterse con Dios (error grave, para un país aún tontamente católico –perdón má-). Como a los otros se les escapó una tortuga, estos dejaron pasar el furor sin consolidarse.
Encuestas sobre ideas

Pero la mayor mancha de ambas campañas fue haber centrado sus trabajos en lo que pasaba los lunes en la W, cuando Julito, con su voz tranquila daba los resultados de las encuestas. Esta, como casi todas, fue una campaña de encuestas y no de proyectos programáticos, que urgen para sacar a este país del atolladero en que esta. Simplemente se movió al ritmo de las intenciones de voto. La pregunta fue ¿qué decimos para causar impacto en los votantes? Mientras que debió ser ¿qué proponemos para mejorar esta paupérrima situación? En conclusión el verdadero elector fue un teléfono y las ganas de contestar una encuesta.

Más lamentable aún fue que, cuando a los candidatos y campañas se les dio por la osadía de proponer salieron con unas cosas traídas de los cabellos (por decir lo menos). Varios botones: Mockus dijo que, “los dineros públicos son sagrados” No se lo cree, ni él. “Hay que eliminar los parafiscales”, de suma inteligencia la medida. Santos dijo que, “atacaré dónde sea a las Farc”, muy inteligente. “Mi labor social será una prioridad”, tampoco se lo cree, ni el mismo.

Eso por hablar de los temas álgidos. Hay que reconocerles a todos los candidatos que tienen solución para todos los problemas y afecciones que aquejan a este país. Ellos tienen al país en la cabeza, (sobre todo Petro y Santos), pero a todos siempre nos queda una pregunta de todo lo que proponen, es más, es simple. ¿Cómo carajo lo van hacer? Ahí es cuando llegan las sonrisas y las gotas de humor, porque estos jóvenes más bien son regulares para improvisar. Están tan desligados de las propuestas y enamorados de la encuestas que, nadie, por ejemplo le dio por preguntarse ¿cómo van hacer para que sus maravillosas ideas pasen por un Congreso plagado de Senadores Urisbistas, que donde su candidato no gane, pues se convertirá simplemente una verdadera oposición? Es una simple preguntica.

Otro lugar común que se vio por parte de las campañas fue buscar las confrontaciones entre los candidatos. Todos estaban pendientes a ver qué decía al otro para caerle encima y generar una distorsión. Entonces la campaña no fue de tesis, muchos menos de propuestas, se redujo a: “él dijo. No yo no dije eso” o “no Julio, ustedes me mal interpretan”. De nuevo buscando su objetivo real, que no era mejorar el país, sino mejorar en las diosas encuestas. Fue tal el miedo a caer, que tanto Santos, como Mockus se cuidaron al máximo de cualquier respuesta incendiaria, que le quitará el gran premio que es la intención de voto. No me imagino lo duro que fue mantener callado a Antanas.

Entonces todo se reduce al tamal, la teja y la lechona

Después de este panorama poco alentador, las campañas que ya cometieron todos los errores habidos y por haber, aún les queda una oportunidad para salvar la patria. Es el momento que vayan haciendo los contratos y licitaciones con las diferentes empresas de tamales y lechonas, para que el 30 de mayo no los coja la elección sin preparación. Recomiendo (sin comisión de por medio) Lechonas y Tamales Tolima, son muy buenas.

La cervecita en cantidades industriales no puede faltar, todos sabemos que los colombianos borrachos somos buenos políticos, sino pregúntele a nuestros Senadores que se la pasan ‘peados’ en las diferentes sesiones. Deben estar preparados para los votantes más sofisticados, el whiskisito no puede faltar. Ojo, soldado advertido. Ah, y por favor un llamado a las campañas: hay que hacer una reactivación al sector de la construcción, por eso ni los Verdes, ni los de la U se deben olvidar del cemento y las tejas, que por demás son ganchos muy efectivos para cautivar votos.

Vamos a quiénes se desenvuelven mejor. Humildemente creo la campaña Santos tiene ventaja en esto. Pero aunque la de Mockus siempre su opuso a este método efectivo de conseguir votos, yo creo que es mejor que se remanguen las mangas verdes y le hagan a la repartición, porque es la única forma de ganar. Vaya visualizándolo Vota verde, vota tamal.

Si, a esto se reduce una campaña para que se vuelva productiva y realmente se transforme de intención de voto a un voto real. Como las campañas se dedicaron a difamar, no proponer y mucho menos a visualizar un país mejor, entonces esperemos que hagan bien la tarea de la política tradicional colombiana: Lechona, tamal, y tejitas.

miércoles, 14 de abril de 2010

El problema de Mockus es el pueblo

Por más invitaciones de Facebook que llenen las casillas de correo, por más girasoles que regalen, por más que las estrellas de la televisión lo digan yo sigo pensando que la candidatura de Anatanas Mockus a la presidencia de la república es una especie de romántica quijotada, que es bonita de creer, pero muy difícil de realmente conseguirla.

Antes que me caigan encima como hasta con el balde del agua, me explico. Mockus está claramente identificado con una política encaminada hacia la educación, hacia la generación de convivencia ciudadana, hacia el constante seguimiento contra la corrupción; Y sobre todo una constante visión al cambio programático. Estas premisas que sin duda son muy buenas y que realmente hacen de este candidato una verdadera opción democrática, pero en la realidad de la calle están lejos, pero lejísimos de ser las premisas con las que realmente funcionan en este país.

El pueblo colombiano no entiende la educación como un camino sencillo para llegar a la prosperidad o a la equidad. Por el contrario el común de los colombianos ve a la educación como algo inalcanzable, como algo que en muchos casos no sirve para nada. Este paradigma es simplemente un resultado de administraciones pasadas que dejaron relegada a la educación al último lugar; primando (obviamente) las armas, el conflicto, dinerito para la corrupción, dinerito para embajadas, dineritos para Yidis, mejor dicho, como dicen los viejos políticos, ‘platica para la miscelánea’.

Es una verdad a pecho, la educación en Colombia es para los ricos y eso es lo que piensa el de estrato bajo, el campesino, el trabajador ambulante, el subempleado, ósea los pobres, que para desgracia del candidato Mockus son mayoría, por eso es que su campaña se ve como una gran propuesta, pero que al final se queda en eso, porque no parece no tendrá la suficiente acogida por parte del votante de bajos recursos y del que ni siquiera le interesa votar, que al final suelen ser una aplastante mayoría.

El colombiano por fabrica, por ‘Made in’, de por sí, le tiene miedo al cambio, de algún modo repele todo lo que le suene a nuevo. No pregunten por qué, solo tengan esa seguridad. O por qué creen que los mismos y las mismas han gobernado (robado) este país han sido recontra reelegidos por los colombianos de a pie durante casi los 200 años que tiene de sufrimiento este país tan tropical. Se debe tener en cuenta que el colombiano que vota (los jóvenes como que quieren, pero aún no lo pueden demostrar) es tradicionalista, cree en instituciones añejas y pérfidas como la Iglesia Católica (perdón mamá, pero es la verdad), los partidos políticos, hasta en Maturana siguen creyendo. ¿Qué hacemos así somos los colombianos, los de a pie?

No dudo de las capacidades del candidato Mockus, es más creo que está liderando (casi sin quererlo) una verdadera revolución democrática, donde muchos apáticos se volvieron grandes seguidores, donde muchos jóvenes que ni siquiera sabían qué pasaba este año ahora envían girasoles a diestra y siniestra por la web. Ahora la pregunta mamona, pero que alguien tiene que hacerla ¿tanta belleza democrática se verá reflejada en votos reales?

Esa preguntica la tiene que responder el candidato, porque él debe saber cómo llegarle a ese colombiano que no tiene conexión a internet, a ese que cultiva la tierra, que todavía cree en Liberales y Conservadores, a esos colombianos pues que las respuestas académicas no son del total agrado (por no decir que no las entienden), a esos colombianos que ven en la salida del arriero presidencial el nefasto resurgimiento de los narcoterroristas; a esos colombianos que somos brutos (valga con todas las letras la palabra) pero que de todas maneras sagradamente votamos, antes de desayunar tamilito con chocolate, nosotros(para preocupación del candidato Hulk, aunque menos fornido) somos los que hemos elegido durante toda la historia y que elegiremos el 30 de mayo.

Tengo que decir que yo voté por el Partido Verde en las elecciones parlamentarias, porque Placido, Luciano y Alberto (los tenores), realizaron un ejercicio democrático excelso lleno de respeto y de propuestas constructivas, es más voté en la consulta (mi contrabajo quedo de último). Tengo que decir que Mockus sin duda representa un cambio, representa un verdadero nuevo candidato, que tiene cómo educar a este país, pero tengo que decir qué para mi muy humilde parecer a Antanas Mockus no le queda grande la presidencia; al pueblo (pueblo) le quedará grande votarlo.

Una última perla. Andrés ‘riego seguro’ Arias dijo una frase para la posteridad: “No creo que con miles de girasoles, se pueda atacar a los terroristas”. Aunque es en extremo derecha (por no decir fachistoide) esta consigna muchos colombianos se pregunta eso, si la educación será una forma de atacar la violencia de este país. Sólo pregunto.

El problema del candidato Hulk no es el Santo del periódico, ni la reina conservadora de Londres, ellos ya tienen sus maquinarias bien aceitadas, sus votos asegurados y están tranquilos; el verdadero problema de Mockus es que el pueblo raso, pobre e ignorante le entienda y sobre todo que le crea. El problema de Mockus es el pueblo.

martes, 16 de marzo de 2010

Las elecciones en Colombia, si sirven para algo, nos permiten dimensionar lo mal que estamos.

Esta es una nota completamente dedicada a todos los conocidos que vi el día de las elecciones y me afirmaron con suma tranquilidad que, “eso de las elecciones no sirve para nada”. Por el contrario queridos compañeros, sirvieron y sirvieron bastante. Demostraron por qué Colombia es un país lleno de ‘excelencia’, lleno de ‘prosperidad’, lleno de ‘organización’, lleno de la más pura ‘democracia’. Por eso Vamos Equipo Colombia.

Verte así, no tiene precio.

Llenar las calles de basura con volantes, pasacalles, pendones: 200 millones de peso.

Llenar de cuñas radiales, televisivas y de periódicos: Un ojo de la cara (no sé el precio exacto,
porque los medios estuvieron muy caros para estas elecciones).

Organización de eventos, regalar tamales, tejas y aguardiente: 200 millones de pesos.

Ver a Rodrigo Lara, de Cambio Radical increpando a un celador de Corferias para literalmente darle en la geta, tan sólo porque no le indicó dónde se podía comprar Caladril para esa quemada tan brava que se había pegado: NO TIENE PRECIO. (Por cierto que buena técnica pugilística mostró, de seguro ese pobre cristiano se iba a ganar una buena pela, buenísimo)

“¿Mijito, cómo se hace para votar por el ‘narizoncito’, ese, ese de la U?”

Una señora no tan mayor, pero que tenía sus años, se paró con cara de acontecimiento ante el jurado de la mesa y soltó una perla para el recuerdo, “Mijo, es que quiero votar por este que es narizón (Juan Lozano), pero la verdad no tengo ni idea de cómo”. Linda la situación que se le presentó al jurado, lógicamente no debía indicarle de qué manera hacer este voto, más con la atenta mirada de los dos gatos que estábamos ahí. Salomónicamente le dijo a la señora que debía salir a consultar cuál era el partido y número de ese candidato ‘narizóncito’, que tranquila que la esperábamos.

Como la historia de esta señora miles, para votar adecuadamente se necesitaba de un alto coeficiente intelectual, característica que no es muy común entre los colombianos, (pues con todo respeto), por esto se superó brutalmente el número de votos nulos respecto a la pasada elección, hasta la redacción de este escrito se habían anulado 1.400.000 votos, el 12 por ciento de la totalidad de la votación, una monstruosidad. Con decirles que Pacho Santos, vicepresidente de esta nación afirmó campantemente que, se había perdido para votar, bueno él siempre está perdido, pero es una muestra del error tan grande que se cometieron con los tarjetones.

Felicitaciones a la Registraduría

Pareciera que en este país las instituciones tienen una sana competencia, mirar cuál de todas se lleva el premio a la peor, a la más incapaz, a la más inoperante, a la más corrupta. El pasado domingo la Registraduría Nacional puso el listón bien alto (con decirles que paso ampliamente a la Fiscalía, todo un logro). Como nadie entendió nunca esos tarjetones, pues los jurados de mesa se volvieron un ocho contando, luego pasaban mal la información, luego los registradores no sabían qué hacer, y para rematar como que se asustaron con la cara de José Galat en blanco y negro, porque no pudieron contar los voticos de la consulta conservadora.

Felicitaciones Registraduría Nacional porque les puso un reto a las demás instituciones, porque es que lograr igualar el desastre que consiguieron el pasado domingo será muy difícil. ¿Será que los afectó la ley seca? Ustedes saben que los colombianos nos movemos mejor enguayabados.

‘Y después no digan que no le avisamoooss’

De las pocas cosas sorprendentes de estas últimas elecciones parlamentarias, fue la incinerada que se pegaron los famosos, no pasó ninguno el umbral. A la mayoría se les había avisado, que no iban a triunfar, pero pues como no hacen caso ahí tienen las consecuencias. Eso sí, es una verdadera lástima, no poder ver a esta niña Valencia desnudita en Soho, además esa era la mejor propuesta de campaña que nadie había hecho.

El que si debe estar que se muerde un codo es Javier Hernández, le dio por dárselas de político renunció, perdió y para rematar se bajó de la gotereada del mundial de Sudáfrica, ¿será que en Caracol lo reciben de nuevo, después de tan empalagosa despedida? Por su parte Gregorio Pernía, acabó su campaña de forma magistral, cuando le preguntaron qué iba hacer después de fracaso este sabio colombiano respondió (con la inteligencia que lo caracteriza) “Pues toca seguir pagando la luz, el agua, el arriendo y dándole de comer a mis hijos”, ahh, excelente, por fin destapó el por qué quería llegar al Senado, muy bien.

Claro, no todas las quemadas famosas fueron positivas. Los liberales se perdieron de mostrar a la hermosura de Aura Cristina Geithner, al lado de Gilma Jiménez, ese si fue un error de los electores, que falta de consideración con el Canal Institucional, de verdad una lástima. La derrota de Felipe Zuleta si fue sorpresiva, primero porque como candidato era muy buena opción y además porque como pocos Zuleta fue el que más medios mojó durante la campaña y ni así, dura derrota.

No nos referimos a los demás políticos medio famosos que están a punta de Caladril en la casa, porque es ya es tema gastado y aburrido. Por cierto cabe recordarles que con los nuevos decretos el POS no cubre quemaduras. De todas maneras que conste que ya se les había avisado.

Colombia= PIN (Pobre, Indiferente, Narco…)

Si todos sabían de dónde venían y para dónde van los angelitos del Partido Integración Nacional entonces ¿por qué sacaron esa altísima votación? Simple, y a la vez doloroso, porque seguimos siendo un país que acolita que lo maten, que lo roben y que lo fusilen impunemente y pues tranquilos, porque qué más se puede hacer.

Cabe hacer una salvedad, en muchas zonas del país habían motivaciones más influyentes que las propuestas de prosperidad del PIN, motivaciones que más se podían traducir en posibles retaliaciones, para muchos colombianos era como dijo Petro “PIN o balín”. Tomo las palabras del maestro Victor Solano, “El PIN en el cuarto lugar es la demostración viva de que las maquinarias se afinan con el mismo aceite de la motosierras”. Así de sencillo.

Hubo un gran ganador de las elecciones del pasado domingo la INDIFERENCIA, si ese gran valor que acompaña a casi todos los colombianos, ese que nos tiene sumidos en esta caótica situación y que tranquilamente campea entre la gran mayoría. Si se suma el porcentaje de abstención 75%, más 12% de votos nulos, resulta que solo el 13% de los colombianos habilitados escogieron el Congreso, tan solo el 13%.

Solo en este país se burlan de los que salimos a votar, aquí eso de salir un domingo en sudadera, sin estar enguayabado para hacer fila y escoger quiénes van a decidir por todos es casi una ofensa, casi un pecado. Y después esos mismos que el domingo dormían o se burlaban de los votantes madrugadores, están reclamando, qué por qué no tienen trabajo, salud, pensión, que ladrones, que nos robaron. Simple, pues si les dio pereza un domingo, aguántense que los sigan robando otros cuatro añitos más. Otra vez “Y despuésss no digannn que no le avisamoos”.

La última. De las pocas cosas buenas de lo ocurrido el 14 de marzo de 2010 es que nos vamos a librar de toda la basura política que llenó las calles de todas las ciudades de la ciudad. Y también de esa frase fastidiosa “publicidad política pagada”, que en muchos casos fue buena y en otros fue pésima. Algo bueno había sacarle al ridículo tan grande, que hicimos los colombianos un domingo cualquiera de marzo…

jueves, 25 de febrero de 2010

Oe, oe, oe Diegoo, Diegooo

Sos grande, sos un maestro, no sé si compararte con Dios, pero tú y sólo tú has sacado de letargo a este país. Diego Palacio, cuando en este momento todo el país te da hasta con el balde de agua, cuando el arriero de Palacio te regaña (te humilla, te vende) enfrente de todo el país, cuando todos te repudian, yo, simplemente te aplaudo, te felicito, te congratulo. ¿Por qué? Se atreven a preguntar ¿por qué? Simple, porque usted y solo usted logró lo que nadie había logrado en siete años bajar del pedestal al mesías antioqueño.

Usted con su grandiosa ineptitud, con su inoperancia, con su lamentable displicencia y con su vocecita estúpida logró poner hablar a todo un país sobre las rampantes injusticias sociales y consiguió un logro que hace unos meses parecía un imposible, tumbar la reelección del ‘patroncito’. Para que vea que no todos vemos en usted el más inútil entre los inútiles, hay algunos que lo vemos como un patriarca, como un prócer, como un hito para la historia colombiana, porque consiguió salvar la poca institucionalidad que le queda a esta patria boba, logró salvar algunas hojitas de la constitución tan trajinada que tenemos y sobre todo salvó a esta patria de “Uribe, revolution”, por eso repito oe, oeee, oeee Diegooo, Diegoooo.

Este héroe de la patria logró lo que no pudo (ojo a esta lista): Todo lo referente a: la ‘parapolitica’; la ‘yidispolitica’; los monstruosos falsos positivos; el adefesio de Agro Ingreso Seguro; las chuzadas del DAS; los niveles abismales de desempleo; la inseguridad en las ciudades; el nacimiento de las bandas emergentes; la inequidad social, donde los ricos son cada vez más ricos y los pobre más jodidos. (Tranquilamente puedo seguir otros dos párrafos, y eso que este Presidente es de los mejorcitos, imagínese lo fatal que fueron Pastrana y Samper). Si, este remedo de Ministro con sus decretos improvisados, tendenciosos y sobre todo excluyentes salpicó al jefe, que le toco dar la cara para que lo cachetearán y lo peor fue que le toco poner la otra mejilla.

Eso sí, cabe destacar que con los anteriores detallitos nombrados, el Neo paisa, no había dado la cara. Él simplemente mando a uno de sus Ministricos a una rueda de prensa y que todo el mundo les cayera encima, mientras que él, igual que Pachito Santos, ‘callooo’. Dos factores diferenciaron este problemita de los otros anteriormente nombrados. 1. Esto de la emergencia social se lo inventó el ‘Presi’ en uno de esos ataques de populismo que le dan, en un Consejo Gamonal en Manizales y entonces al patriota Palacio le toco remar y remar para cumplirle el capricho al papá Pitufo. 2. En este escándalo le dieron tan duro al Gobierno al jefe le toco salir a defender lo indefendible por todos los medios. Y ahí perdió la coraza que había construido durante años.

Diego Palacio, reivindica la labor de los inútiles, vuelve a poner en el Olimpo a nosotros los ineptos, a aquellos que por nuestra falta de capacidad no conseguimos resultados positivos para toda una organización. Gracias a la ardua labor de este ministraso se demuestra una vez más que, los menos diligentes, los menos proactivos y sobre todo los menos capacitados mentalmente pueden llegar a altos cargos públicos y además logran darle un golpe de muerte a una reelección que parecía casi indestructible. Le repito señor Palacio, usted es un icono para muchos colombianos, que ven en usted a un héroe de la vagancia y la inutilidad. Ves, Samuelito EL inutil, mira los logros de Palacio, tú vas directo a la presidencia de la ONU.

(Sabían que este Ministro es médico cirujano, yo no sé si habrá ejercido, pe ro que susto poner una vida en manos de este Dr. Yequil), Ah, perdón me olvidaba que esto es un homenaje, es que es tan fácil darle palo. Retomando. Don Diego, logró solito con su desfachatez lo que las columnas de: Daniel Coronell, Daniel Samper, su hijo, las niñas que siempre están bravitas María Jimena Duzán, Natalia Springer y Claudia López, toda la redacción de Semana y Noticias UNO hubieran soñado: hacerle aunque sea una cosquillita al arriero.

Él y solo él lo consiguió. Algo que muy pocos mandatarios habían conseguido. Sacar de la total indiferencia a la mayoría de los colombianos; que apunta de noticias se dieron cuenta el muñeco que les iban hacer y por fin se pronunciaron. Ve Ministro, eso lo hacen muy pocos. Pero este héroe de la patria es tan ‘bueno’ que le pegó donde era al pueblo, le pegó en uno de los pocos puntos que realmente le interesa a todos, la salud, y pues como eso si nos duele, pues la gente se pronunció. Le enumero algunos de sus logros señor: Se abrieron casi 200 grupos en Facebook en contra de los famosos decretos. La marcha en contra de los decretos convocó a más de 1 millón de personas en todo el país (le ganó casi por el triple a la de Chávez).Y por usted, el Presidente habló por Telmex, si, por Telmex. Y la gente se atreve a decir que usted no tiene logros, ya quisieran lograr la mitad de lo que usted ha hecho.

Ministro Diego Palacio: Yo tengo una teoría con respecto a su gestión: me parece que usted es un comunista de racamandaca, mejor dicho Petro y Papa Noel Gaviria (que son igual de inútiles) son unos Fachistas al lado suyo. Creo que usted se infiltró en este gobierno, para destruirlo desde adentro, sabía en qué momento pegar y pegó, cuando ya todos daban por sentado que la reelección era un hecho, usted salió en defensa de todos los colombianos y lo acabo a punta de decretos. Si, sé que es una teoría arriesgada, pero es que la verdad, creo que eso es más factible que reconocer que alguien tan, pero tan malo sea Ministro.

Al final, en un país donde se le hacen novelas a Marbelle y cuanto narco haya por ahí; donde el
primer mandatario se quiere dar en la geta con un simio comunista en una reunión de Presidentes (a ver si de pronto salva el tercer tiro);y donde hay un pueblo pues como regularcito e indiferente, pues usted Ministro de la Protección Social es un faro, es una luz es un guía. Usted como nuestro gran líder de la inutilidad se merece el pedestal porque logró desactivar la bomba de la trilogía del arriero. Por eso a todo pulmón le agradezco le digo, le canto y por siempre este estribillo: oe, oeeee, oeeee, Diegooo, Diegooo, gracias totales.

sábado, 23 de enero de 2010

Sabía usted que, hay una posibilidad para que el Tino Asprilla llegue a la Cámara de Representantes. La cómica política en Colombia.

En la mente de muchos colombianos lo más importante que va a pasar este año es el mundial de Sudáfrica, o que van a venir Coldplay y Metallica, o que Santa fe vuelve al ruedo internacional en el segundo semestre del año (prepárate LDUQ vamos por ti). O que Marcela Mar, le va a quitar el novio a Sarita Corrales, bueno en fin… Muchos eventos llaman la atención de los colombianos este año, y bueno, habrá que reconocer que estos sucesos son claramente más atrayentes que las elecciones que se van a desarrollar en este país. Pero pues, es necesario saber que en el 2010 los colombianos (algunos pocos) van a decidir quiénes van a ser nuestros representantes a la Cámara y al Congreso, y aunque esto suene medio tonto, estos dicharacheros jóvenes (y estoy siendo en extremo respetuoso con estos ladrones), estos colombianos ejemplares (imagínense cómo son los que no son tan ejemplares) son los que van a tomar la decisiones y el camino de Colombia por los próximos 4 añitos, hasta llegue Brazil 2014.

Creo que casi todos (los colombianos) están al tanto que este año se va a escoger un nuevo Presidente (jeje ese chiste estuvo bueno), claro, teniendo en cuenta que hay que pasar por un referendito, una campañita de Presidente/candidato, y una ‘perpetuacionsita’ en el poder, copiando cabalmente a un vecinito chistosito que tenemos.

En el caso que nuestro arriero no pueda lanzarse a su trilogía, las elecciones presidenciales van a marcar un hecho histórico; habrá una renovación en el poder, marcado indudablemente por los lineamentos de una política que fue exitosa como la seguridad democrática, pero que tendrá que corregir la pésima (paupérrima, deplorable, descarada) gestión en todo lo que a seguridad social refiere de estos dos períodos, hecho que no suena muy fácil. Porque hacer que haya un sistema de salud adecuado, salarios ajustados a la realidad de la vida actual, mayas viales mínimamente decentes, generación de empleo (el que sea), arreglo del pasivo pensíonal, entre otras perlas, pues, la verdad suena más fácil que el Procurador diga que es del Polo Democrático. O que Piedad Córdoba diga que es Furibista.

Volviendo al tema de la elección de los representantes a la Cámara y el Congreso. Esta es una nueva oportunidad para ver lo que significa ser colombiano. Lo primero, hay que reconocer que somos un pueblo indiferente, donde muy pocas interesan como bien común, y que no hemos entendido cómo funciona eso de la democracia y por la cultura del ‘importaunculismo’ se perpetuán a los mismos bandidos de cuello blanco. Eso sí, idolatra a las figuras públicas y las considera superiores. Para la muestra unos botoncitos: Sabía usted que Willington Ortiz, gloria del fútbol colombiano fue Representante a la Cámara con poca trascendencia. Sabía usted que María Isabel Urrutia, medallista olímpica es congresista y que no lo hace nada mal. Sabía usted que Lucero Cortez, actriz de Padres e Hijos es congresista y además quiere ser cabeza de lista para las próximas elecciones por Cambio Radical. Eso por hablar de los que están actualmente.

Ahora, es una delicia hablar de los que se van a postular para las próximas elecciones. Algunos botones: Sabía usted que Gregorio Pernía, reconocido actor se va a lanzar a la Cámara de Representantes. Sabía usted que Javier Hernández, comentarista de fútbol (malísimo) y por lo que se vio un ídolo del Canal Caracol se va a lanzar al Senado, con la premisa “Me canse (sin tilde) de que nos metan goles”. Sin comentarios. Sabía usted que, Aura Cristina Geitner se va a lanzar a la Cámara. Por fin descubrí por quién voy a votar. Y para no extenderse mucho, sabía usted que hay una posibilidad latente que Faustino Asprilla se lance para la Cámara de Representantes.

Para que vayan viendo cómo va la mano. Ahora, hay que decir que ellos, como colombianos mayores de edad y con las suficientes capacidades mentales (algunos) tienen todo el derecho de lanzarse a la palestra pública y representarnos. Al final de cuentas el problema es de los pocos electores que tienen estas rimbombantes opciones. Me pregunto ¿cómo sería una intervención del ‘Tino’ Asprilla en una plenaria? Cosas que el dinero no puede pagar.

Estos personajes son el toque cómico y populista que tiene toda elección colombiana. Pero hay otros colombianos que también están en plena campaña para ocupar estos importantes escaños que tienen relación directa con el pasado reciente de corrupción, violencia y muerte que representan procesos como: la ‘Parapolitica’, la ‘Yidispolitica’, los falsos positivos, las pirámides y muchos otros detallitos. En un completo informe el periódico El Espectador presentó los nombres de más 100 aspirantes a Cámara y Congreso que tienen algún parentesco, ya sea familiar, o de influencia, con políticos implicados en diferentes procesos judiciales. Esto, en palabras más sencillas es la repetición de la ‘repetidera’. Los mismos politiqueros de siempre impregnados de corrupción, que tienen una completa infraestructura para que los mismos de siempre voten por ellos y así se continúa con la cadena eterna.

Algunos botones: Sabía usted que, Juan Felipe Lemos Uribe, uno de los sobrinos del famoso Mario Uribe (primo del Presidente y metido en la ‘Parapolitica’ hasta el cuello) se está lanzando para la Cámara de Representantes por el departamento de Antioquia. Sabía usted que los apellidos: Vives Lacoutire, Suárez Mira, Yépes Álzate, vuelven de algún modo a lanzarse. De nuevo para no extenderme más, dejo el link para que disfruten de nuestra rampante corrupción, esa que es tan divertida y tan poco conocida por la mayoría. http://static.elespectador.com/archivos/2010/01/cb7546a99b3044a97961c037bcab923a.pdf.

Hay que ser justos con algo. Algunos casos pueden ser personas de bien que quieren lo menos peor para este país y que no tienen ninguna relación con estos familiares o mecenas que por motivos de la vida les dio por meterse con paramilitares. No, ellos son castos y puros de esos nexos. Son como aquellas mujeres de no saben que hay hoteles con la letra M.
Después de estos dicientes ejemplos, queda claro que la política de este país está en manos de unos pocos, con los mismos apellidos de siempre, con la misma corrupción y con los mismos vicios de siempre; esos que rezan que “mientras yo pueda hacerme rico, que el pueblo coma mier…”.

Pero seamos honestos, la culpa no es de estos ‘próceres de la patria’. La responsabilidad recae un cada uno de los colombianos que ni siquiera se han dado por enterados de qué este año hay elecciones; de esos colombianos que, por una teja, una lechona o un simple pan regalan su voto; de esos colombianos a los que esta cruda realidad les resbala; a esos colombianos que se dejan llevar por figuras que ven por televisión; a esos colombianos que le dedican toda su vida a trabajar para que estos leguleyos coman y vivan como reyes, a costa de la atrevida ignorancia e indiferencia que azota a está semidestruida Colombia.

Y dirán, ¿y cuál es la solución? Respuestas sencillas y a la vez utópicas. Que los colombianos se pronuncien de manera activa en las urnas, que voten a conciencia, que entiendan lo que es un programa de gestión. Que no le den oportunidad a los mismos pillos de siempre para que se perpetúen en su reinado de corrupción y opulencia. Que no pongamos a figuras del espectáculo en curules, no porque no puedan, sino porque no tienen ni idea de lo que hacen. Que reconozcamos lo podridos y oscuros que son los nuevos partidos políticos ADN y PIN. Que acudamos a las urnas sabiendo que vamos a decidir cuál va hacer el futuro que marcará el país.
Que entendamos que cada voto cuenta, porque ese el único derecho de participación constitucional que tenemos. Y que por amor de Dios no reelijan al arriero, porque destruiría la poca institucionalidad que le queda a este país. Pero volvamos a ser honestos, es más fácil que los colombianos dejemos de tomar…

Así las cosas, lo mejor será sentarse y mirar como esto se desmorona. Y esperar que la promesa maya nos coja confesados. Eso sí, tranquilos porque si no nos destruye un terremoto, un meteorito gigante o las bombas de Chávez; entre el ‘Tino’, Hernández Bonett, el Ministro de Protección Social, Valencia Cossio, ‘Uribito’, los ‘para-narco-facrco’ políticos y la inmaculada gestión de nuestro arriero, lo van a lograr.