miércoles, 14 de abril de 2010

El problema de Mockus es el pueblo

Por más invitaciones de Facebook que llenen las casillas de correo, por más girasoles que regalen, por más que las estrellas de la televisión lo digan yo sigo pensando que la candidatura de Anatanas Mockus a la presidencia de la república es una especie de romántica quijotada, que es bonita de creer, pero muy difícil de realmente conseguirla.

Antes que me caigan encima como hasta con el balde del agua, me explico. Mockus está claramente identificado con una política encaminada hacia la educación, hacia la generación de convivencia ciudadana, hacia el constante seguimiento contra la corrupción; Y sobre todo una constante visión al cambio programático. Estas premisas que sin duda son muy buenas y que realmente hacen de este candidato una verdadera opción democrática, pero en la realidad de la calle están lejos, pero lejísimos de ser las premisas con las que realmente funcionan en este país.

El pueblo colombiano no entiende la educación como un camino sencillo para llegar a la prosperidad o a la equidad. Por el contrario el común de los colombianos ve a la educación como algo inalcanzable, como algo que en muchos casos no sirve para nada. Este paradigma es simplemente un resultado de administraciones pasadas que dejaron relegada a la educación al último lugar; primando (obviamente) las armas, el conflicto, dinerito para la corrupción, dinerito para embajadas, dineritos para Yidis, mejor dicho, como dicen los viejos políticos, ‘platica para la miscelánea’.

Es una verdad a pecho, la educación en Colombia es para los ricos y eso es lo que piensa el de estrato bajo, el campesino, el trabajador ambulante, el subempleado, ósea los pobres, que para desgracia del candidato Mockus son mayoría, por eso es que su campaña se ve como una gran propuesta, pero que al final se queda en eso, porque no parece no tendrá la suficiente acogida por parte del votante de bajos recursos y del que ni siquiera le interesa votar, que al final suelen ser una aplastante mayoría.

El colombiano por fabrica, por ‘Made in’, de por sí, le tiene miedo al cambio, de algún modo repele todo lo que le suene a nuevo. No pregunten por qué, solo tengan esa seguridad. O por qué creen que los mismos y las mismas han gobernado (robado) este país han sido recontra reelegidos por los colombianos de a pie durante casi los 200 años que tiene de sufrimiento este país tan tropical. Se debe tener en cuenta que el colombiano que vota (los jóvenes como que quieren, pero aún no lo pueden demostrar) es tradicionalista, cree en instituciones añejas y pérfidas como la Iglesia Católica (perdón mamá, pero es la verdad), los partidos políticos, hasta en Maturana siguen creyendo. ¿Qué hacemos así somos los colombianos, los de a pie?

No dudo de las capacidades del candidato Mockus, es más creo que está liderando (casi sin quererlo) una verdadera revolución democrática, donde muchos apáticos se volvieron grandes seguidores, donde muchos jóvenes que ni siquiera sabían qué pasaba este año ahora envían girasoles a diestra y siniestra por la web. Ahora la pregunta mamona, pero que alguien tiene que hacerla ¿tanta belleza democrática se verá reflejada en votos reales?

Esa preguntica la tiene que responder el candidato, porque él debe saber cómo llegarle a ese colombiano que no tiene conexión a internet, a ese que cultiva la tierra, que todavía cree en Liberales y Conservadores, a esos colombianos pues que las respuestas académicas no son del total agrado (por no decir que no las entienden), a esos colombianos que ven en la salida del arriero presidencial el nefasto resurgimiento de los narcoterroristas; a esos colombianos que somos brutos (valga con todas las letras la palabra) pero que de todas maneras sagradamente votamos, antes de desayunar tamilito con chocolate, nosotros(para preocupación del candidato Hulk, aunque menos fornido) somos los que hemos elegido durante toda la historia y que elegiremos el 30 de mayo.

Tengo que decir que yo voté por el Partido Verde en las elecciones parlamentarias, porque Placido, Luciano y Alberto (los tenores), realizaron un ejercicio democrático excelso lleno de respeto y de propuestas constructivas, es más voté en la consulta (mi contrabajo quedo de último). Tengo que decir que Mockus sin duda representa un cambio, representa un verdadero nuevo candidato, que tiene cómo educar a este país, pero tengo que decir qué para mi muy humilde parecer a Antanas Mockus no le queda grande la presidencia; al pueblo (pueblo) le quedará grande votarlo.

Una última perla. Andrés ‘riego seguro’ Arias dijo una frase para la posteridad: “No creo que con miles de girasoles, se pueda atacar a los terroristas”. Aunque es en extremo derecha (por no decir fachistoide) esta consigna muchos colombianos se pregunta eso, si la educación será una forma de atacar la violencia de este país. Sólo pregunto.

El problema del candidato Hulk no es el Santo del periódico, ni la reina conservadora de Londres, ellos ya tienen sus maquinarias bien aceitadas, sus votos asegurados y están tranquilos; el verdadero problema de Mockus es que el pueblo raso, pobre e ignorante le entienda y sobre todo que le crea. El problema de Mockus es el pueblo.